Estación de Penitencia

Procesión y Via Crucis del Nazareno

En el atardecer del Miércoles Santo la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno sale de nuevo a las calles de Oviedo. La estación penitencial se inicia a las ocho de la tarde en la iglesia conventual de Santo Domingo. Los hermanos cofrades forman en el claustro del convento a la espera de que la cruz de guía junto con el estandarte de la hermandad flanquee la puerta principal. El silencio ya es absoluto. Tras el estandarte con el emblema de la hermandad se divisan las estaciones del Vía-Crucis, todas ellas custodiadas por hileras de hachones.El trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno sale del templo, escoltado por soldados gastadores del R.I.L.A.T. Príncipe nº3. de Asturias. De nuevo, el Nazareno, se encuentra con las gentes de Oviedo que le acompañarán de forma fiel durante todo el recorrido de su desfile procesional por las calles San Pedro de Mestallón, Marqués de Gastañallaga, Magdalena, Plaza de la Constitución, calle Jesús, Pozos, Ramón y Cajal y Plaza Porlier.

Pasadas las nueve de la noche Nuestro Padre Jesús Nazareno llega a la Catedral donde, tras una ofrenda floral la Virgen de la Esperanza (La Balesquida) se rezará el Santo Vía-Crucis ante los catorce estandartes dispersos en derredor de la plaza. Una vez finalizado el acto se reanuda la marcha procesional para retornar a la Iglesia de Santo Domingo recorriendo las calles Rúa, San Antonio, Mon, Oscura y San Pedro de Mestallón.

Una vez delante de la iglesia conventual de Santo Domingo, el Director Espiritual de la Cofradía dirige unas palabras a todos los Hermanos y fieles devotos del Señor de Oviedo quienes despiden entre aplaudos a Nuestro Padre Jesús Nazareno que regresa al templo.